La historia de Callie Rogers de como ganó la lotería, se arruinó y consiguió remontar, es posiblemente para muchos una lección de vida, aunque para otros un total fracaso.
A la corta edad de 16 años, la adolescente británica se hizo acreedora de una fortuna de 1.875.000 libras de las cuales ya no le queda nada. Hoy Callie con 31 años asegura ser más feliz ahora que su fortuna ha desaparecido.
Fue en 2003 cuando a Callie le cambió la vida y de vivir con una familia adoptiva pasó a comprarse su propia casa de 180.000 libras y renunciar a su trabajo. La mayor parte del dinero fue desperdiciado en ropa y ocio y destinó unas 500.000 libras a familiares y amigos.
Después de ganar su fortuna, la chica asegura que le fue más difícil encontrar relaciones verdaderas, lo cual la llevó a deprimirse al sentir que era “utilizada” por las personas y esto le ocasionó pensar en quitarse la vida: “No sabía quién me amaba, ni quien me utilizaba y en quien podía confiar… a mi edad actualmente tengo problemas de confianza” explicó en un programa de televisión.
Ella también expresó que los organizadores de la Lotería Camelot intentaron ayudarla después de resultar ganadora, pero era demasiado joven para escuchar los consejos y comprender el cambio que daría su vida.
Arruinarse después de ganar la lotería le ha hecho más feliz
En una entrevista para un programa de televisión aseguró que “era mucho dinero para alguien tan joven. Incluso aunque tú digas que tú vida no va a cambiar, lo hace y a menudo no para bien”.
Callie ahora tiene una relación estable y está al cuidado de su hijo Blake de seis años que tiene parálisis cerebral. Por ahora lo único que pide es que pongan un límite de edad más alto para jugar la lotería y no se repita la misma historia de ella.
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