La afortunada pareja formada por Patrick Morling, de 60 años, y su esposa Paula, de 54 años, jamás imaginaron que la falta de croquetas para su perro Ollie los llevarían a ganarse un premio de lotería por $1 millón de dólares.
Todo comenzó cuando Patrick tuvo que ir al supermercado para comprar el alimento favorito de Ollie. “Ya habíamos comprado nuestra despensa por la mañana, pero Ollie es muy especial con la comida que le gusta así que tuve que dirigirme a otra tienda para comprarla”.
Antes de llegar al supermercado, Patrick decidió hacer una parada para adquirir un boleto de raspadito Monopoly Classic, el cual decidió jugar en el mismo establecimiento. Al percatarse que coincidía un símbolo y una cifra, decidió esperar para entregárselo al asistente de ventas y corroborar que había adquirido el boleto de lotería ganador.
Confiesa que después de hacer pública la noticia se creó un alboroto en la tienda. Pero disfrutó mucho de las muestras de cariño que recibió de los otros compradores.
Foto de thebreeze.com
De regreso a casa con su premio de lotería premiado, no dudó en compartir la noticia con su esposa. Después de confirmado el premio, el matrimonio inmediatamente pensó en apoyar a sus hijas.
A la menor le ayudarán a pagar los gastos de su boda y a su hija mayor le otorgarán el enganche para su casa.
También aprovecharán para viajar a Nueva Zelanda y celebrar su 30 aniversario de matrimonio. “Mi esposa tiene familia en Canadá que nunca ha visitado, por lo tenemos contemplado también ese viaje. O quizás nos escapemos a recorrer todo el mundo”.
“Realmente fue mucha coincidencia. Quién se imaginaría que un viaje para comprar el alimento de mi perro, nos hubiera llevado a cambiar nuestra vida rotundamente”,
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