Como recordarás en notas anteriores de nuestro blog, te hemos hablado de que la canela es utilizada como un amuleto para la buena suerte. Por eso hoy te contaremos más a profundidad de este elemento, para que tomes nota y lo tengas presente en tu vida.
La canela es un elemento que no puede faltar en tu cocina y que posee poderes esotéricos relacionados con la buena suerte. Por lo que es uno de los elementos más utilizados en los rituales o hechizos para la fortuna y es muy popular en presentaciones como inciensos y aceites esenciales.
Entre las propiedades que se le atribuyen para la salud, se encuentran regular los niveles de colesterol, mejora la digestión, estimula el apetito, favorece a las personas con diabetes, es un excelente antioxidante y ayuda contra los resfriados.
Pero sus beneficios van más allá de los físicos y alcanzan los energéticos o espirituales. A continuación, enlistamos 4 usos que le puedes dar a la canela para la buena suerte.
Amuleto de la suerte
La canela funciona como un poderoso amuleto para la fortuna. Con un hilo o cuerda roja, amarra nueve ramitas de esta especia y cuélgalo encima de tu puerta principal para alejar las malas energías y atraer la buena suerte. Así tu hogar estará protegido y con un aroma agradable.
Inciensos
Los inciensos de canela sirven para la prosperidad, protección del hogar y para tener suerte en el amor. Si no tienes a la mano una varita de incienso de canela, tritura unas cuantas ramitas hasta hacerlas polvo y quémalas en un sahumador o cazuela. Ayúdate con sándalo u otras hierbas.
Usa canela en los zapatos
Se dice que si espolvoreas un poco en tus zapatos, tendrás suerte en el plano laboral. Esto funciona tanto si estás en búsqueda de un trabajo o quieres mejorar el que ya tienes.
Baños con canela
Agrega unas ramitas de canela mientras te sumerges en el agua caliente de la bañera para potenciar tu energía positiva y equilibrar tu cuerpo. En caso de no tener bañera, hierve agua con unas ramitas de canela, espera a que enfríe un poco y viértela sobre tu cuerpo cuando acabes tu ducha.